ESOS MOMENTOS

Viendo lo frágil que es la tierra que nos sujeta, me ha dado por pensar en esos otros momentos por los que todo merece la pena (se admiten sugerencias):
La mera expectativa de la cerveza burbujeando en la copa, retándonos.
El primer párrafo de ese libro que te muerde los ojos.
Un sol repentino cegando en tu piel la mañana oscura de invierno.
Ese instante en que, recién acostado, el calor de tu cuerpo enjuga el frío de las sábanas, retemblando.
Verte sonreír a escondidas.
El gesto amable de un desconocido.
El primer ramalazo de consciencia, al escapar del túnel de la pesadilla por esa rendija de luz.
Una nevada que te ilumina la cara tras la ventana, absorto.
El olor de la lluvia de verano. Ese despertar de la tierra, penetrando suave por tu nariz.
Esa idea, esa imagen, esa frase, esa vida inesperada.
Vuestro recuerdo dentro, irradiando luz, lejos del dolor.
Una sobremesa dulce, sin más propósito que vernos, hablarnos, reírnos, sentirnos, olvidar la tiranía del tiempo.
Ese comentario anónimo que suma.
La certeza de que el inevitable peso de tu conciencia no te impide disfrutar de esos momentos, pese a todo.
Veros sonreír de frente.

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