Bajamares
La idea es brillante pero arriesgada. Un antirobinsoncrusoe. Es decir, un náufrago de la vida que se recluye en una isla desierta, un anacoreta laico. Pero toda novela exige, a mi entender, una apuesta que pasa siempre porque el lector embista por el capote que le muestra el autor. Que quede encelado en el engaño. …