Pájaros sobre un cielo de estaño
Muy a pesar mío —renuncias de la vida que no vienen a cuento— no soy filólogo, ni tengo una sólida formación clásica. Y, que conste, soy el primero que me descubro ante los forenses de la literatura. Qué maravilla poder diseccionar un texto como un cadáver hasta dar con la causa de la muerte, despedazarlo …